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Sweet Creature

Summary:

Los ojos inocentes que alguna vez lo miraron llenos de amor y calidez, ahora estaban llenos de locura y sed de sangre.
Había destruido por completo a Jeon Jungkook, él era el responsable de haber creado a semejante monstruo y ahora iba a pagar las consecuencias de ello...

Notes:

Hola! :) publicare todos los fics que tengo en wattpad aquí porque en ao3 se pueden traducir al ingles >w< pero actualizo mas seguido en wattpad, así que les dejare mi user de todas formas ^^

Wattpad user: @Chimchim_nia

Chapter 1: Painful Memories

Chapter Text

“Sweet Creature”

Capítulo 1: Painful Memories

 

 

Aun con los ojos adormilados, Seokjin se dirigió hacia el gran ventanal del departamento y corrió las cortinas, haciendo una ligera mueca cuando los rayos del sol chocaron contra su rostro.

Una sonrisa se formó en sus labios de manera inmediata y tiro del ventanal corredizo para salir al balcón, maravillándose con la hermosa vista que le ofrecía la ciudad de Seúl por la mañana. Con el ánimo mejorado, Jin levanto sus brazos y estiro su cuerpo sin dejar de sonreír, haciendo que la camisa grande que portaba se subiera hasta llegar a sus muslos desnudos.

Un jadeo sorprendido se escapó de sus labios al sentir unos fuertes brazos envolverse alrededor de su cintura, sonriendo enternecido al ver que se trataba de Taehyung, el cual gruño algo por lo bajo y apoyo su barbilla en uno de sus hombros, acercándolo más a su cuerpo hasta que su trasero estuvo presionando contra el bulto duro en sus pantalones.

 

-¿Es enserio?- Seokjin lo miro por sobre su hombro divertido -¿Estas tan duro tan temprano en la mañana?-

-No puedo reaccionar de otra forma si delante de mí había una vista tan hermosa- recorrió con su nariz la longitud de su cuello -Me encanta cuando te pones mis camisas-

-Eso es porque no paras de romper las mías- entrecerró sus ojos -Las camisas tienen algo llamado botones, ¿sabes?, sirven para abrochar o desabrochar las vestimentas, no es necesario abrirlas de par en par y hacer que los botones salgan disparados en todas direcciones-

-Lo siento- su risa salió amortiguada contra el cuello de Jin, provocándole un escalofrió.

-No parece que lo sientas realmente- se cruzó de brazos, haciendo un mohín -¡Era mi favorita!, espero tener una igual nuevamente-

-La tendrás cariño- le dijo mientras comenzaba a repartir besos a lo largo de su cuello -Volvamos a la cama-

-¡Tenemos que ir a trabajar!-

-Tienes el día libre-

-¿Qué clase de jefe eres?- rió divertido -Eso es abuso de poder-

-Tengo que sacar algún tipo de provecho de eso- le sonrió y le dio la vuelta para besarlo, pero Jin presiono su dedo índice contra sus labios.

-Lastima que soy un empleado responsable y no puedo dejar de lado mis compromisos- le sonrió coquetamente y retiro su dedo para picotear rápidamente sus labios -Iré a beber hoy con Jimin y los demás muchachos, así que supongo que nos vemos mañana-

 

Seokjin se escapo de los brazos de Taehyung antes de que este lo detuviera y volvió a entrar al departamento, metiéndose en el cuarto de baño privado de su jefe para darse una ducha rápida, sobresaltándose al verlo sentado en la cama una vez que salió.

 

-Me asustaste- soltó una pequeña risita, poniéndose una mano en el pecho antes de sacar una de las camisas de Taehyung del armario -Si no te apuras, vas a llegar tarde-

-¿Aun no has pensado en una respuesta?-

 

Jin detuvo sus movimientos repentinamente antes de seguir vistiéndose, extendiendo unos minutos el silencio hasta que se hallo completamente vestido y listo para irse.

 

-Seokjin- lo llamo nuevamente.

-Lo siento, creo que… aun no estoy listo para comenzar una relación formal Taehyung-

-Hemos estado juntos por mas de 2 años- el castaño se levanto y se acerco a Jin, tomando su rostro entre sus manos para que lo mirara -¿A que le tienes miedo?-

 

Seokjin abrió la boca para responder, pero la cerró de inmediato, viendo por unos momentos como el rostro preocupado de Taehyung cambiaba y se transformaba en el de otra persona, la cual lo miraba al borde de la desesperación, sin dejar de llorar mientras le suplicaba de que no lo dejara. Jin agarro las muñecas de Taehyung y las alejo de su rostro, negando suavemente con la cabeza antes de darle una triste sonrisa al castaño, el cual seguía mirándolo anhelante.

 

-Lo siento Taehyung, no puedo hacer esto-

 

Sin decir ninguna otra palabra más, Seokjin agarro su bolso y abandono el departamento del castaño, tratando de ignorar el gran sentimiento de culpa que parecía estar a punto de asfixiarlo.

Ya habían pasado casi 5 años desde lo que había ocurrido, pero no hubo ningún día en que no se arrepintiera en haber destruido a una persona tan amable y noble como Jungkook, preguntándose que había sido de él luego de que habían terminado. Lo único esperaba es que fuera feliz y que estuviera con una persona que realmente lo amara, deseando que algún día lo perdonara por haberle hecho tanto daño.

Se habían conocido en la preparatoria, cuando el ya se encontraba en su último año, pero se habían vuelto tan cercanos que llegaron a convertirse en pareja. Jungkook era un novio excepcional, era todo lo que alguien buscaba en una relación, era atento, amable y romántico, siempre anteponiendo las necesidades de él ante las suyas. Hacia que su pecho se volviera cálido, tanto, que le provocaba terror, ya que su inseguridad era tal que lo único que deseaba era no terminar como su madre, es decir, con el corazón roto y un frasco de pastillas vacío en el suelo del baño mientras su cuerpo flotaba en la bañera, todo esto por un amor que la dejo a su suerte por otra mujer.

No quería enamorarse de Jungkook, tenia miedo de eso. Sabia perfectamente que muchos estudiantes tenían un enamoramiento con su novio y aquello solo lo llenaba de inseguridad, pensando que algún día llegaría alguien mejor que él y Jungkook se iría con él, dejándolo solo y con el corazón destrozado. Es por ello que había comenzado a alejarse del pelinegro, comenzando a tratarlo de manera fría y cruel, empujándolo a tal punto que Jungkook hizo hasta lo imposible para estar a su lado, pero de igual manera lo dejo, como un juguete viejo que ya no ocuparía nunca más.

Aquel día fue la última vez que vio a Jungkook, luego se graduó, entro a estudiar a la universidad y nunca más supo del pelinegro, ni siquiera por medio de sus dongsaengs, los cuales eran compañeros de clase de Jungkook. Lo único que supo es que tiempo después se había transferido de escuela de un día para el otro, sin decirle nada a nadie, dejando atrás todas las amistades que tuvo como si no le importasen nada.

Seokjin tomo asiento en una de las mesas cercanas a la ventana en la cafetería y espero su pedido, sacando su celular para contestar algunos mensajes pendientes que tenía, deteniéndose en el de Taehyung.

Ya llevaba 2 años trabajando en la empresa de Taehyung y se había acostado un montón de veces con su jefe, de hecho, casi podía llamarse una relación sino fuera porque él no quería llamarla así. Muchas veces Taehyung le había pedido de que fueran pareja y de que se mudara a su apartamento, pero él rehuía de ello siempre. Tenía miedo de formalizar algo y que le pasara lo mismo que con Jungkook, es por ello que prefería no ponerle etiqueta a su relación con Taehyung, aunque sabía que su jefe estaba llegando a su límite, siendo cosa de tiempo para que se aburriera de él y terminaran con la aventura amorosa que tenían ambos, lo cual era triste, pero era lo mejor.

 

-Señor, su pedido-

-¡Oh!, gracias-

 

Seokjin guardo el emparedado en su bolso y solo se bebió su café, haciendo caso omiso de la sensación de amargura en su garganta mientras chequeaba sus redes sociales, deteniéndose en una noticia en concreto que tenía a la gente bastante alterada estos últimos meses.

“Se suma un nuevo homicidio al caso policial del asesino de las ataduras. La victima de 26 años, identificada como Lee Ji-eun, fue encontrada esta mañana con su cuerpo pendiendo del balcón de su apartamento con múltiples laceraciones en su piel. La causa de su muerte aun es desconocida, pero no hay lugar a duda de que se trata del mismo modus operandi del asesino de las ataduras, el cual ya lleva 29 víctimas fatales en los últimos 6 meses”.

Un escalofrió recorrido por completo el cuerpo de Jin y de inmediato paseo su mirada por la cafetería, frunciendo el ceño ante la extraña sensación de sentirse observado. Quizás debería dejar de leer este tipo de noticias, pensó el pelipurpura, levantándose de su asiento para irse al trabajo, ya que lo que menos quería hoy era andar de paranoico todo el día, sin saber que efectivamente, alguien lo estaba mirando al otro lado de la calle por la ventana de la cafetería.

 

-Es hora de capturarte Seokjinnie…- murmuro la figura con una sonrisa en sus labios antes de comenzar a seguirlo.